Sobre mí

Soy Tom Soren, un escritor de terror, fantasía y misterio —o aspirante a escritor, como prefiráis llamarlo—. Empecé a escribir relatos en el instituto, con un profesor al que llamaremos Don Adam West —no, no era Batman, pero tenía una voz de Ducados Negro que intimidaba como la del Caballero Oscuro—. Nos mandaba redacciones para casa, algo que me tomaba como un reto personal. Mi primer relato importante se llamaba Los Escullos y trataba de un zombi que se jalaba a un grupo de amigos en una casa rural. Muy original, ¿verdad? Pues que sepáis que, con mis 12 años, me sentí un prodigio literario.

El caso es que le entregué el relato a Don Adam West y, aunque le encantó, sospechó que alguien me había ayudado. «¿Seguro que no lo escribieron tus padres?», me soltó, cigarro en mano.

Decidí demostrarle que estaba equivocado y, en una redacción escrita en clase, me marqué un Romeo y Julieta posapocalíptico con robots. Saqué un diez —¡olé!

A lo largo de los años, mi amor por la lectura alimentó mi pasión por la escritura. Todo empezó con Harry Potter. De ahí salté a Tolkien, Asimov y muchos otros. Después, le siguieron más autores, pero el que lo cambió todo fue un hombre de Maine, alto y enclenque, con gafas de miopía: Stephen King. Escribo como escribo gracias a Cementerio de animales.

El cine también tuvo mucho que ver. Las noches de viernes en mi casa eran sagradas: alquilábamos películas y nos sumergíamos en mundos con dragones, droides o demonios —nuestra Sagrada Trinidad—. De ahí surgió mi obsesión por mezclar géneros, porque si algo me enseñó La historia interminable es que puedes llorar con Artax, reírte con Gluckuk y cagarte de miedo con Gmork.

Así que, si eres fan de la escritura de terror, fantasía y suspense, este es tu sitio. Puedes seguirme en Instagram para estar al tanto de todo lo que voy haciendo. 😊

15+

0

Vampiros brillantes en mi repertorio

Amigos que fingen entender mis historias